sábado, 26 de abril de 2008

LOS OBISPOS ESPAÑOLES DENUNCIAN EL ABUSO CONTRA LA MUJER

MADRID, viernes, 25 abril 2008 (ZENIT.org).- Con motivo de la próxima solemnidad de Corpus Christi, Día de la Caridad, que se celebra el 25 de mayo, la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Española ha hecho público hoy 25 de abril un mensaje titulado "La Eucaristía, esperanza para el pobre". En el mismo se une a la campaña de Cáritas dedicada a los derechos de las mujeres y denuncia los abusos que estas sufren.

En su Mensaje, la Comisión explica que la festividad del Corpus Christi invita "a entrar en el corazón del misterio de la Eucaristía, que se ha de creer, celebrar y vivir".

Recuerda la última encíclica de Benedicto XVI -"Spe salvi; Salvados en la esperanza"-, a cuya luz, afirma "contemplamos la Eucaristía descubriendo en ella un verdadero sacramento de esperanza para toda la humanidad y, de manera muy especial, para los más pobres y excluidos de los bienes necesarios".

Los obispos que integran la Comisión se unen a la campaña que viene desarrollando Cáritas sobre derechos humanos e igualdad de oportunidades, que ahora dedica a los derechos de la mujer, invitando "a poner de manifiesto la igualdad entre hombres y mujeres y la importancia de que se reconozcan oportunidades equitativas para ambos sexos como expresión de la común dignidad humana que compartimos y como base de una sociedad más justa y más fraterna".

Los prelados subrayan que "la Eucaristía, sacramento del amor, aviva en nosotros la conciencia de que donde hay amor brilla, también, la esperanza, de que donde el ser humano experimenta el amor se abren para él puertas y caminos de esperanza".

Recuerdan palabras de Benedicto XVI: "No es la ciencia la que redime al hombre. El hombre es redimido por el amor. Eso es válido incluso en el ámbito intramundano. Cuando uno experimenta un gran amor en su vida, se trata de un momento de 'redención' que da un nuevo sentido a su existencia".

"Cuando se descubre y vive la Eucaristía -indican los obispos--, como misterio de presencia de Cristo acompañando al hombre en el camino de la vida, como misterio de vida entregada por el 'Otro' y como servicio humilde y generoso al hermano necesitado, como misterio de comunión que nos hace sentar en la misma mesa superando toda diferencia, resulta fácil descubrir que la Eucaristía es el gran sacramento de la esperanza, anticipo de los bienes definitivos a los que todos aspiramos en lo hondo de nuestro corazón y que esperamos alentados por la fe".

Por ello afirman que la Eucaristía, vivida y celebrada "se traduce inevitablemente en gestos y signos de esperanza".

No hay comentarios: