lunes, 16 de junio de 2008

Conclusion y despedida

Bueno, el curso ya ha llegado a su fin y las vacaciones ya se puede decir que han llegado.Este cuso me han pasado cosas de todo tipo:buenas, malas,regulares...
Pero una de las cosas buenas que me ha pasado ha sido el crearme este magnifico blog ya que he crecido en conocimientos religiosos como de informatica.

Tambien le quiero dar las gracias a Jose Domingo Peña que me ha ayudado cuando no entendia algo de este blog y a Don Leo por darnos esta tan buena oportunidad.



....¡FELICES VACACIONES A TODOS!....

martes, 10 de junio de 2008

Historia del pueblo de Utrera



Históricamente, la primera noticia cierta que se tiene de la ciudad data del año 1253, cuando Alfonso X lleva a cabo el repartimiento de sus tierras considerándola como una modesta alquería defendida por un castillo. Ésta no pasará de forma definitiva a manos cristianas hasta la batalla de Salado, en 1340. No obstante, los vestigios arqueológicos testimonian un pasado más antiguo, pudiéndonos remontar al Calcolítico (tercer milenio a. de C.).

Ahora bien, la civilización romana resulta ser las más patente, representada por un amplio legado que incluye importantes ciudades, como Salpensa o Siarum. Ambas poblaciones contaban con una amplia proyección urbanística e igualmente acuñaron monedas propias.

De hecho, hay quien basándose en la evidente raíz latina de Utrera no tiene inconveniente en otorgar un origen romano a la actual población, identificándola con Utraria -fábrica de Odres-. Corominas, en cambio, piensa que el nombre deriva de Vultuaria -terreno elevado- aludiendo a la orografía en la que está enclavada.

De época visigoda quedan restos sepulcrales de escatologia cristiana que cambian de signo tras la invasión musulmana. Durante esta época, parece que la ciudad no era más que una pequeña arquería con una torre de protección. Luego, día tras día los repartidos para poblar Utrera tuvieron ocasión de cercar la aldea con murallas y transformar la torre en Castillo.

Durante los s. XVI Y XVII Utrera experimenta un gran florecimiento económico, que llega a su cumbre con Felipe 11, pues, en 1570 era la primera población del próspero reino de Sevilla. Pero, los efectos de la peste bubónica de 1649, que dejó diezmada la población y la mala política de los Austrias menores, cambiaron radicalmente el panorama.

La esperanza puesta en el s. XVIII en las reformas ilustradas se vio frustada. La guerra de la Independencia agravó aún más la difícil situación, que cobra un nuevo impulso con la familia Cuadra, con la que la vieja Villa comienza a sentirse ciudad, pretensión que no consigue hasta el reinado de Alfonso XII (1877).

Con todo, hasta la guerra civil de 1936 Utrera presencia las convulsiones propias de una sociedad agraria, con fuertes tensiones sociales.

La guerra civil dejó una estela de sufrimiento y familias truncadas. Hoy, Utrera es un típico ejemplo de población mediana, con algo más de 46.000 habitantes que trabajan para mejorar su destino, poniendo la mirada en un esperanzador futuro.

Benedicto XVI: “La Misericordia es la síntesis del mensaje cristiano”

¡Queridos hermanos y hermanas!

En el centro de la liturgia de la Palabra de este Domingo hay una expresión del profeta Oseas que Jesús retoma en el Evangelio: “Quiero amor y no sacrificio / conocimiento de Dios más que holocaustos” (Os 6,6). Se trata de una palabra clave, una de aquellas que nos introducen en el corazón de la Sagrada Escritura. El contexto, en que Jesús la hace propia, es la vocación de Mateo, de profesión “publicano”, es decir recaudador de impuestos por cuenta de la autoridad imperial romana: por eso mismo, era considerado por los Judíos como un pecador público. Tras llamarlo precisamente cuando estaba sentado en el banco de los impuestos -ilustra bien esta escena un celebérrimo cuadro de Caravaggio-, Jesús fue a su casa con los discípulos y se puso a la mesa junto con otros publicanos. A los fariseos escandalizados les respondió: “No son los sanos quienes necesitan al médico, sino los enfermos... No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores... (Mt 9, 12-13). El evangelista Mateo, siempre atento al vínculo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, en este momento pone en los labios de Jesús la profecía de Oseas: “Id y aprended lo que significa: Misericordia quiero y no sacrificio”.

Es tal la importancia de esta expresión del profeta que el Señor la cita nuevamente en otro contexto, a propósito de la observancia del sábado (cfr Mt 12, 1-8). También en este caso Él se atribuye la responsabilidad de la interpretación del precepto, revelándose como “Señor” de las mismas instituciones legales. Dirigiéndose a los fariseos, añade: “Si hubiérais comprendido lo que significa: Misericordia quiero y no sacrificio, no habríais condenado a personas sin culpa” (Mt 12,7). Por tanto, en este oráculo de Oseas, Jesús, el Verbo hecho hombre, se ha, por así decirlo, “encontrado” plenamente; lo ha hecho propio con todo su corazón y lo ha realizado con su comportamiento, a costa incluso de chocar con la susceptibilidad de los jefes de su pueblo. Esta palabra de Dios ha llegado a nosotros, a través de los Evangelios, como una de las síntesis de todo el mensaje cristiano: la verdadera religión consiste en el amor a Dios y al prójimo. Esto es lo que da valor al culto y a la práctica de los preceptos.

domingo, 8 de junio de 2008

Benedicto XVI: “La verdadera religión consiste en el amor a Dios y al prójimo”

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 8 de junio de 2008.El Papa Benedicto XVI afirmó que la misericordia ocupa un lugar central en el mensaje cristiano, durante la alocución previa al rezo del Angelus con los peregrinos reunidos esta mañana en la Plaza de San Pedro.

“Esta palabra de Dios ha llegado a nosotros, a través de los Evangelios, como una de las síntesis de todo el mensaje cristiano: la verdadera religión consiste en el amor a Dios y al prójimo. Esto es lo que da valor al culto y a la práctica de los preceptos”.

Comentando el evangelio del día, la vocación de Mateo (Mt 9, 12-13), el Papa explicó que Jesús”hizo suya” la profecía de Oseas, “Quiero amor y no sacrificio, conocimiento de Dios más que holocaustos”.

Según el Papa, la misericordia “es una palabra clave, una de aquellas que nos introducen en el corazón de la Sagrada Escritura”.

“En este oráculo de Oseas, Jesús, el Verbo hecho hombre, se ha, por así decirlo, “encontrado” plenamente; lo ha hecho propio con todo su corazón y lo ha realizado con su comportamiento, a costa incluso de chocar con la susceptibilidad de los jefes de su pueblo”.

Esta misericordia, explica el Papa, fue la que le hizo sentarse a la mesa con el publicano Mateo y responder a los fariseos escandalizados: “No son los sanos quienes necesitan al médico, sino los enfermos... No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores...”

“Es tal la importancia de esta expresión del profeta que el Señor la cita nuevamente en otro contexto, a propósito de la observancia del sábado (cfr Mt 12, 1-8). También en este caso Él se atribuye la responsabilidad de la interpretación del precepto, revelándose como “Señor” de las mismas instituciones legales”.

Cristo, médico

El Papa, comentando las palabras de Cristo “No son los sanos quienes necesitan al médico, sino los enfermos...”, invitó a los peregrinos congregados en San Pedro a hacer suyas las palabras de san Agustín en sus Confesiones: “¡Ten piedad de mí, Señor! Mira que no te escondo mis heridas: tú eres el médico, yo el enfermo; tú eres misericordioso, yo mísero... Toda mi esperanza está puesta en tu gran misericordia”.

Según Benedicto XVI, la misericordia de Dios se manifiesta en el “Cristo médico” que sana al hombre herido por el pecado, como explicó durante los saludos en diferentes idiomas a los peregrinos participantes en el Angelus.

jueves, 5 de junio de 2008

Gran explosión de libertad: tras las huellas de Pablo

ROMA, jueves, 5 junio 2008- El encuentro con Jesús Resucitado supuso una experiencia de libertad y de fe que hizo de él un gigante de la evangelización: es la lección de san Pablo que el cristiano de hoy puede revivir con los itinerarios (de y desde Roma) preparados por el Año Paulino.

El Papa abrirá la gran celebración jubilar en la basílica de san Pablo Extramuros el 28 de junio. Durará hasta el 29 de junio del próximo año.

Obra Romana de Peregrinaciones (ORP) acompaña la solicitud del Papa con la acogida de peregrinos y las rutas que ha presentado este jueves, en Roma, para hacer de este año un momento de conversión y unidad. El padre Cesare Atuire -administrador delegado de ORP-ha conversado con Zenit.

Actividad del Vicariato de Roma -órgano de la Santa Sede--, ORP sirve a los peregrinos con el acompañamiento técnico-organizativo por "auténticos itinerarios del espíritu", consciente de que la peregrinación es la forma más antigua y universal de religiosidad, y que puede constituir una ocasión excepcional de encuentro y conocimiento de Cristo.

lunes, 2 de junio de 2008

Vivir en la verdad

Seguramente has pensado alguna vez que lo mejor que puedes hacer es mentir, engañar, por algo que no has hecho bien o has dejado de hacer.
por otra parte, en situaciones concretas,tambien te habras planeado preguntas parecidas o iguales a estas:
-¿nunca es lícito mentir?
-¿ni para librarme de un castigo savero?
-¿nipara evitar daños mayores?
-¿ni para salvar la vida de otra persona?....

La verdad es necesaria para vivir en sociedad.Ésta se fundamenta en la confianza recíproca, es decir,en el convencimiento de que nuestras relaciones con otras personas

Es un deber luchar contra el hambre respetando la creación, advierte el Papa

CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 1 junio 2008- Es un deber ético luchar contra el hambre, especialmente entre los niños, respetando la creación, ha asegurado Benedicto XVI al exponer los desafíos más apremiantes que afronta Guatemala.

Portador de este mensaje del Papa es el nuevo embajador del país centroamericano, Acisclo Valladares Molina, reconocido abogado, dos veces candidato a la presidencia de la República (1995 e 1998), quien ya ha sido embajador ante la Santa Sede (2000-2004).

En el discurso que entregó al diplomático durante la ceremonia de presentación de sus cartas credenciales, el pontífice se detuvo precisamente ante la cuestión de "la desnutrición de numerosos niños".

"El derecho a la alimentación responde principalmente a una motivación ética: 'dar de comer a los hambrientos' (cf. Mateo 25,35), que apremia a compartir los bienes materiales como muestra del amor que todos necesitamos", explicó.

Según el obispo de Roma, "el objetivo de erradicar el hambre y, al mismo tiempo, contar con una alimentación sana y suficiente, requiere también métodos y acciones específicas que permitan una explotación de los recursos que respete el patrimonio de la creación".

Trabajar en esta dirección, indicó, "es una prioridad que conlleva no sólo beneficiarse de los resultados de la ciencia, de la investigación y de las tecnologías, sino tener también en cuenta los ciclos y el ritmo de la naturaleza conocidos por la gente de zonas rurales, así como proteger los usos tradicionales de las comunidades indígenas, dejando a un lado razones egoístas y exclusivamente económicas".

El sucesor del apóstol Pedro considera que "este derecho primario a la alimentación está intrínsecamente vinculado con la tutela y defensa de la vida humana, roca firme e inviolable donde se apoya todo el edificio de los derechos humanos".